5 de febrero. Quinto domingo del T.O.

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PRIMERA LECTURA.

Lectura del libro de Job 7, 1-4. 6-7.

Habló Job, diciendo: «El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero. Como el esclavo, suspira por la sombra, como el jornalero, aguarda el salario.
Mi herencia son meses baldíos, me asignan noches de fatiga; al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré? Se alarga la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba.
Mis días corren más que la lanzadera, y se consumen sin esperanza. Recuerda que mi vida es un soplo, y que mis ojos no verán más la dicha.»

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 146.

Antífona: Alabad al Señor, que sana los corazones destrozados.

Alabad al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa, El Señor reconstruye Jerusalén, reúne a los deportados de Israel.

Él sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, a cada una la llama por su nombre.

Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados.

SEGUNDA LECTURA.

Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 9, 16-19. 22-23.

Hermanos:
El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!
Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio.
Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos.
Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 29-39.

En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.

Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca.»
Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.» Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

NUNCA NOS DISCULPAREMOS POR SER LIBRES DE HABLAR, PENSAR Y CREER
France Soir
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A Juan Maciá,
que se le ha retirado de la cátedra de Bioética
en la Facultad de Teología de Comillas


En la primera lectura nos encontramos con Job dejando que se exprese su corazón. Sus palabras podrían firmarlas muchos padres de familia de nuestro tiempo. No son precisamente una oración, pero lo parecen. Hay mucho en común entre la plegaria y la queja del que ya no puede más. Es otra manera de orar: ir hasta el borde de las situaciones y no negar lo que uno ve, lo que una y otra vez la experiencia nos muestra. Lo que constatamos.

La fe no niega lo que vemos, solo nos invita a no detenernos demasiado en lo que daña.
Job deja en evidencia a los amigos incapaces de acompañar en situaciones tan dolorosas. Están demasiado preocupados por justificar la situación, tienen una imagen muy hecha de Dios y de la espiritualidad… todo tiene que cuadrar con lo aprendido. Olvidan que la vida es puro aprendizaje. Y que Dios o está en la vida o no es Dios.

La teología que defiende a Dios a costa del ser humano hay que denunciarla venga de donde venga. Y esta semana le toca al Islam. Aunque nosotros no hace mucho tampoco estábamos tan lejos.

Ha conseguido más consenso un dibujante danés con una viñeta del Profeta Mahoma que las denuncias de lapidaciones en Nigeria. Países a los que no te permiten entrar con una Biblia, comprar un christmas por navidades, ni celebrar la eucaristía, o los que explícitamente prohíben el respeto a la pluralidad religiosa… organizan una crisis a causa de unas viñetas más o menos frívolas.

No me cuesta imaginarme a Job firmando el titular que France Soir ha puesto en su portada el miércoles pasado: “Sí, tenemos el derecho de caricaturizar a Dios”. Y en una viñeta llena de genialidad esta leyenda: “Râle pas, Mahomet… on a Tous êtê caricaturés ici” (No protestes, Mahoma… Aquí, todos hemos sido caricaturizados). Cuando la realidad DIOS se enfrenta al valor del ser humano, cuando como los amigos de Job se soluciona con un escándalo hipócrita… no hay que temer a quienes nos recuerdan que Dios está en otro lado. No hacerlo supone un retroceso.

He leído que Ekmeddelin Ihsanoglu, secretario general de la Conferencia Islámica, anuncia haber contactado con la ONU, para conseguir una resolución que sancione “a todo aquel que no respete la religión musulmana”. Esto quiere decir que si se trata de la cristiana, la budista, la tradición judía, etc… entonces puede hacerse lo que se quiera. Incluso matarlos como ya ha ocurrido en Europa con algún director de cine. El Islam está necesitando un Job que plante cara a Dios. ¡Esa teología! El mundo musulmán tendrá que hacer una exégesis de los textos del Corán contando con la Ilustración.

Me gusta que este domingo San Pablo nos diga “me he hecho todo a todos” A la vez que defiende su libertad, la que le permite servir a los otros, débiles o rebeldes.
San Pablo anuncia el Evangelio de la libertad ante intereses particulares. Intenta el diálogo con la diferencia.

A Jesús lo vemos hoy en la casa de un amigo, ayudando a que una mujer sea ella misma. Dando su mano para que esa mujer pueda ponerse de pie y valerse por ella misma. La respuesta de ella será ir más lejos, ponerse a servir.

El final del día encontrará a Jesús sanando a otros enfermos. Estará entre los excluidos a causa de su enfermedad… escuchando quejas… plegarias como lamentos… voluntariamente se sitúa en el lugar por donde pasa la vida doliente.

Dios en Jesús ha elegido el lugar social carente de esperanza, más sometido a prueba. Quiere dignificar la vida.

En el último libro de el hermano Roger he encontrado esta frase: ”a veces, en situaciones exigentes, el ser humano llega a ser plenamente él mismo”. Job es uno de ellos. ¡Como tantos hoy!. Por cierto, según las últimas noticias han destituido al director de France Soir.