11 de mayo. IV Domingo de Pascua

Versión PDF

PRIMERA LECTURA.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14a. 36-41.

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: «Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías.»

Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»

Pedro les contestó: «Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos.»

Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: «Escapad de esta generación perversa.»

Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquél día se les agregaron unos tres mil.

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 22.

Antífona: El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.

Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

SEGUNDA LECTURA.

Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro 2, 20b-25.

Queridos hermanos:

Si, obrando el bien, soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.

Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente.

Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia.

Sus heridas os han curado.

Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas.

EVANGELIO.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 10, 1-10.

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

«Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante.»

Comentario a la Palabra:

UN SER HUMANO ES LA PUERTA

Hemos ido al aeropuerto por Nicolás Ayouba. El próximo miércoles volverá a tomar el vuelo que lo retornará a Níger, su país. Ser cristiano en Níger, cada vez más, tiene resonancias de alto riesgo. El fundamentalismo islamista ha puesto en su punto de mira a los cristianos.

En la vecina Nigeria se está viviendo un momento de inflexión por el terrible secuestro de más de doscientas niñas. Los terroristas de Boko Haram (la educación occidental es pecado) y su loco y criminal líder Abubakar Shekan llevan años atentando contra escuelas e iglesias.

La comunidad internacional ha reaccionado ahora ante el secuestro y violación de estas niñas cuyo pecado para el fundamentalismo islamista es ser mujer e ir a la escuela,  y en muchos casos ser cristianas.  Sorprende la inoperatividad de Naciones Unidas durante tanto tiempo tratándose de niñas musulmanas y niñas cristianas en países musulmanes.

Dice el evangelio de este cuarto domingo de Pascua, que el que “no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas es ladrón y bandido”. Ladrón, esta palabra utilizada con ira últimamente y tantas veces en nuestro país. Y en tantos otros. La primera comunidad cristiana ya la presenta como una actitud que impide ser pastor, que aparta de Cristo.

En el trasfondo del evangelio de Pascua del Buen Pastor está toda la tensión de la cruz, y la locura de los asesinos de entonces y de ahora, la de quienes siguen creyendo que a Dios le agrada el sufrimiento, la muerte, lo que deshumaniza.

En 2012,  Abubakar Shekan, difundió un video con el siguiente mensaje: “Disfruto matando a todo aquel que Dios me ordena matar, de la misma manera que disfruto matando pollos y carneros”. ¡Pobre humanidad capaz de generar tal locura! ¡Pobre Dios!. “Escapad de esta generación perversa”, dice la primera lectura, del libro de los Hechos.

¿Escapar? El obispo ha pedido a Nicolás que abandone Tchirozerine (Níger). Hablando esta cuestión ayer con él me respondió: “estamos ahí para ayudar, hay quienes están muriendo de hambre. Nuestro objetivo no es bautizar sino llevar la ayuda que permite vivir”. 

Hay en la familia humana personas que han comprendido, entregando su vida, el último versículo del evangelio de este domingo: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”. El nombre de Dios, su nombre siempre santo, sólo puede ser pronunciado para defender la vida, la dignidad del ser humano, la verdad mejor de la existencia: la que ayuda a vivir y construir fraternidad.

Está ahí el ladrón que “no entra sino para robar y matar y hacer estrago”; pero también quienes facilitan que se pueda “entrar y salir y encontrar pastos”.  La libertad de entrar y salir. El buen pastor que hace sentir la bendición sobre nuestra tierra tan querida. Lo del buen pastor no es buenismo sino riesgo, amor incondicional, denuncia, apuesta por la verdad y la justicia. Libertad que nos recuerda que la puerta de toda comunidad es el ser humano. “Os aseguro que yo soy la puerta”. El, que pasó por la tierra haciendo el bien. No hay otra puerta que la que hace al ser humano cada vez mejor.