El personaje del centro representa a Cristo.

El color marrón de latúnica es signo de su humanidad. Una tira dorada muestra que es el Mesías rey.

El árbol tras la figura podría ser la encina de Mambré,

o el árbol del Edén, donde la serpiente engañó a Adán y Eva.

o el árbol de la cruz, donde Cristo venció a la muerte.

La liturgia juega con la imagen de ambos árboles, el del Edén y el del Calvario: "el que venció en un árbol es en un árbol vencido"

 

La mano de Cristo se apoya sobre la mesa. Los dos dedos extendidos muestran que en Él se unen lo humano y lo divino.

La cabeza de Cristo y su mirada se dirigen hacia su derecha.

Llevados por este movimiento también nosotros somos conducidos a contemplar al último de los tres personajes: el Padre.

Cristo no nos retiene. Él nos muestra el rostro del Padre

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